Prólogo

Prólogo.
La noche bañaba El Puerto, todo se veia oscuro y Terrorífico En ese lugar que se complementaba con tierra y agua.
Rebeca era una muchacha aficionada a la escritura y literatura, sobre todo a la gótica, pero ella no era una dama de negro, sólo que ese misterio Hacía que su imaginación brotara sin dificultad de su mente. Le gustaba ir por las estrechas calles con un cuaderno y una pluma en la mano, para que si entraba una idea en su cabeza, Si pudiera cogerla al vuelo.
Esa noche iba paseando por el puerto, tan tenebroso y escalofriante como siempre, cosa que a ella le gustaba.
Empezó a dejar que su mente vagara por sueños Que Esta había tenido reunirlos y asi y fusionarlos con sus nuevas ideas.
Paseaba por un muelle que daba A LOS barcos más bonitos del puerto. A los que Esteban Iluminados por velas. La niña iba allí a verlos, le gustaba Contemplar las familias que vivian ahí, o pequeños marineros que lo dejaban todo por comprar un hermoso barco y recorrer los Mares y Océanos.
El decorado de cada barco era diferente. Algunos eran modernos, y otros Algunos retro, su decorado era Sorprendentemente abstracto.
Al final del muelle, la muchacha vio un gran barco de madera reflejado por la luz de la luna.
Rebeca aprecio que la puerta de ese barco tan extraño Estaba abierta. Su curiosidad la traicionó y se interno en él.
El barco era de madera, y en el habían viejas vigas rotas-oa punto de romperse, masacradas ventanas, puertas que chirriaban DEBIDO a la oxidación del metal ... Era un lugar espantoso pero un Rebeca le encantaba cada vez mas.
De repente, luces Pudo ver que se acostaban por una de las puertas y decidió ir a averiguar qué era esa luminiscencia tan misteriosa que le llamaba tanto la atención. Conforme se acercaba, risitas escuchaba. Risas de jovencitas que parecían hablar sobre sus románticos amores.
Al llegar en frente de la puerta y entreabrirla para ver qué era eso tan extraño, Pudo ver una serie de mujeres jóvenes con extraños destellos de colores que perlaban sus Facciones.
La escritora no se Pudo creer lo que veia.
Contempló ese coro de risitas y cantares que invadía la sala en un lugar acogedor. Era extraño, sí. Pero También bonito Contemplar un SEE criaturas danzar sobre el aire.
Intento cerrar la puerta para salir corriendo sin hacer el menor ruido posible, pero una viga se rompió por el peso de su cuerpo y cayó de espaldas, quedando su pierna atascada.
De pronto, escucho las voces de las muchachas luminosas. Aullidos con exclamaciones de sorpresa y miedo. Decidió pedirles ayuda porque, Aunque les tuviese un poco de pánico anormales al ser cosas, las Preferia A ellas antes Que a otro ser fantástico peor que Pudiera rondar por allí.
- ¡Por favor, ayudadme! ¡Necesito ayuda, me he atascado!-Entrecortadamente farfullaba.
No se escuchaba nada a parte de ella y sus lamentos.
-No hace daño alguno a nadie. Por favor ayudadme, estoy atrapada y tengo miedo-de nuevo, Pudo escuchar las voces de éstas, pero hablaban en susurros, por lo que no podia enterarse bien.
Entonces, acabada la conversación de murmullos Entre ellas, de la habitación salió una mujer, que Tenía destellos dorados por todo su cuerpo. Rebeca Fascinada Estaba asustada que a la vez, como si en su cuerpo era estuvieran incrustados miles de cristales dorados en los que aparecían destellos de luz Necesidad pecado.
La mujer le miró con un tono de curiosidad en sus ojos, mas despues de un rato de vacilación, decidió sacarla de ese sitio.
Pero, al contacto con la mujer luminosa, se produjo una colisión entre sus dos auras y. ..

La muchacha despertó desorientada en la puerta de su casa. Era por la mañana y había pasado toda la noche durmiendo a las afueras de su casa.
Meditó sobre lo sucedido Aquella noche. Ella Sabía que no era un sueño, que era real.
Quería averiguar más sobre SEE criaturas Sobrenaturales tan, pero por ahora cogió su pluma y su cuaderno, y en el mismo sitio donde se despertó, Empezó a escribir.